En ocasiones pueden llegar a nuestra mente la falsa creencia de que podemos con todo, que somos insensibles o que necesitar ayuda nos hace débiles; como consecuencia reprimimos nuestros sentimientos y emociones y nos resistimos a pedir ayuda.
Pero, Recuerda!
Esta bien sentirse abrumado, triste, inquieto, con miedo o angustia, sentir una oleada de incertidumbre frente a nosotros y no saber cómo actuar e incluso desesperado en algunas ocasiones.
Todos estos sentimientos son perfectamente normales y los hemos sentido alguna vez. Lo
importante al sentirse así es, expresarlo, vivir la emoción, recordar que todo es pasajero, que siempre habrá solución y alguien para ayudarnos cuando lo necesitemos.
Siempre busca ayuda y aprende a gestionar tus emociones.