Antes de nacer…

Una salud mental sana se puede transmitir de padres a hijos incluso antes de que este hijo nazca. Los lazos afectivos se construyen y fortalecen previo al nacimiento a partir de los hábitos, las relaciones afectivas que se mantienen y los enlaces sociales que acompañan el desarrollo del feto replicando estas emociones directamente en él. Los seres humanos nos vemos influidos por lo que sucede externamente desde que tenemos la posibilidad de detectar estímulos, un ejemplo de ello es que reconocemos la voz de nuestros padres antes de nacer, junto con las emociones que acompañan estas palabras a las que el feto responde; incluso la música a la que se expone el bebé puede alterar sus estados de ánimo dependiendo del ritmo y naturaleza de la música. Así que siempre será importante cómo se establecen estas conexiones desde el vientre con el exterior tan sanas como sea posible.  

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