La depresión entendida como un trastorno puede tener una influencia significativa en la sexualidad, pues la sexualidad incluye el desarrollo funcional de los roles personal, social, laboral, familiar, entre otros. Hablar de depresión implica, seguramente, una afectación importante en uno o varios de estos roles ya que una de las características principales de la depresión es la perdida de interés en actividades cotidianas, al igual que una desmotivación significativa y generalizada, razón por la cual se hace sumamente difícil, para quien tiene depresión, desempeñar algunos de los roles anteriormente mencionados de manera funcional, incluyendo un rol como pareja, al presentar una perdida o disminución del deseo sexual. Sin embargo, con un tratamiento psicológico y/o psiquiátrico efectivo, adicional a un fuerte apoyo familiar, social y un interés genuino en mejorar, se puede tener un buen desempeño en cualquier rol.
Escuchar, sin juzgar, nuevamente es la premisa en búsqueda de un bienestar emocional de quienes nos rodean.